martes, 27 de mayo de 2014

España Medieval I



Vamos a meternos un poquito con la historia de España en la edad media. Y ya sé que otras veces he dicho que determinado tema era un pisto, pero no era nada comparado con éste, éste es EL pisto, el avatar de la pistedad en este plano, tan es así que en algunos libros de recetas, acompañando al rico plato manchego, aparece la foto de un manual de historia de España medieval. Y es tan complejo porque no solo existen multitud de reinos, coronas, condados y demás territorios, es que además los reyes tienen la costumbre de casarse entre ellos, tener muchos hijos, anexionarse reinos, independizarse, volverse a anexionar y llamarse igual que los reyes de otro sitio. Tan es así que hace que aprenderse las líneas genealógicas de los Targaryen y los Frey juntos tenga la complejidad comparada de leer “Teo viaja en barco”.


Antecedente: El reino visigodo.
Allá por el siglo VI a los visigodos[1] les habían crujido el hato los francos y les habían echado tras los Pirineos donde, ya puestos y aprovechando que hacía buen tiempo, fundaron el reino visigodo de Toledo sin juntarse mucho con las poblaciones hispanorromanas no sea que se les pegara algo, que se empieza lavando uno, se sigue leyendo y se acaba… Como los hispanorromanos, vamos. Una vez que expulsan a los bizantinos de la costa SE de la península (que ya me dirás que se les había perdido ahí teniendo Constantinopla) se dedican ya a pasarse del arrianismo al catolicismo (aprovechando que no tenían contrato de permanencia)[2], refocilarse y a actualizar la lista de los reyes godos que tanto ha hecho por el buen nombre de la enseñanza de la historia.

El reino para las poblaciones germanas es considerado patrimonio del rey, es decir, que es suyo y se lo f***n cuando quieren, así que cuando el conde Rodrigo se carga al rey Witiza se enzarzan en una guerra civil los partidarios del usurpador (se le llamaba así, lo juro) y los del hijo legítimo Akhila II. Cuenta una leyenda que como este último tenía menos apoyo entre los bandos de nobles, pide ayuda a los musulmanes del Norte de África a los que les dan la mano y se toman el pie y acabaron conquistando toda la península. Y porque les para Carlos Martel en Poitiers, que si no hubieran llegado a San Petersburgo con la tontería.
El caso es que hay otra leyenda más graciosa que dice que el conde Julián, gobernador de Ceuta, estaba mosca porque el tal Rodrigo le había mancillado el honor a su hija (Doña Florinda, lo juro de nuevo) y luego ni unas flores, ni una llamada, ni nada, es más, en whatsapp aparecía en línea, pero no la contestaba… El caso es que les enseñó a los musulmanes como pasar. Que si no llega a ser por eso todavía estarían allí los pobres, sin encontrar la puerta más perdidos que Jon Nieve en el día de la madre.
El Usurpador y deshonrador de damas, ¡el pichabrava Don Rodrigo!

En honor a la verdad, Musa Ben Nussair, gobernador de África del Norte le vende al califa de Damasco la moto de que en esa península todo es una maravilla, que si los ríos dan leche, los campos son de miel, que hay cobertura hasta en las cuevas y que el ejército godo era de risa. Esto último sí que era cierto. Le dan permiso y envía en el 711 a su lugarteniente Tariq a conquistarlo, él ya irá luego si eso, que para eso ha sido suya la idea. Primero que vayan los bereberes y ya más tarde la aristocracia árabe a mesa puesta.
Rodrigo estaba en el Norte combatiendo unas rebeliones, le pillan con los calzones bajados y tiene que bajar al estrecho de Gibraltar donde en la batalla del río Guadalete es derrotado con superioridad pasmosa. Luego, aprovechando que aún no habían recalificado los terrenos de las calzadas calzadas romanas lo que les permite viajar como un rayo, conquistan todo el territorio. También hace que los partidarios de Akhila II no hacen mucho por seguir la lucha y capitulan pronto, pagan un tributo y todos tan felices, que gran parte de los nobles se hacen musulmanes[3] y que a la población campesina realmente se la refanfinflaba quien les gobernara mientras televisaran la final de la champion.
Tariq, conquistador de la península, pero como dicen en mi pueblo, con cara de tener galgos.
 La cosa es que el resto de la nobleza visigoda superviviente se refugia en las montañas del norte. Habrá tres núcleos de resistencia principales: Asturias y Pamplona en la cordillera cantábrica y los Pirineos, en total relación con el imperio de Carlomagno.

Inicios del Reino de Asturias
Curiosamente ni los romanos, ni los visigodos lograron meter en cintura a las tribus montañeses del Norte, les dejaron allí con sus cabras y sus cosas que tampoco merecía la pena liarla por unos terrenos escarpados que tampoco es que sean muy apetecibles. Paradójicamente la nobleza visigoda superviviente se refugiará allí y junto con esas poblaciones insistirán en que ellos son la continuación natural del reino Visigodo.
Los norteños no eran muy de reyes y esas cosas tan raras del sur, pero poco a poco comienzan a aparecer figuras que dirigirán el cotarro. Una de ellas es Pelayo, figura casi legendaria de quien se dice que fue el primer cabecilla de la rebelión contra los invasores.
Pelayo con cara de haberse tirado un cuesco tras habérselo aguantado mucho.
Hay una leyenda simpática que cuenta que era amigo del gobernador musulmán de Toledo y que éste le envía a Córdoba de embajador a mover el bigote de gorra cual eurodiputado. Pero el taimado moro, aprovechando que Pelayo está fuera decide casarse con la hermana de Pelayo que ya estaba prometida con otro noble visigodo, Alfonso. El caso es que parece que también hay deshonras por medio[4], así que Pelayo se engorila y decide que desde este momento no les pasará una a los musulmanes.
En este contexto hay que entender la “batalla” de Covadonga, la que las posteriores crónicas cristianas (escritas en la corte de Oviedo de Alfonso III) pintan como un batallón que ríete tú de Stalingrado y como el inicio de la “reconquista”[5].

Por su lado las fuentes musulmanas ni mencionan la batalla de la poca cosa que debió ser, que tampoco vas a recoger para los anales que te han tirado tres piedras y te han mentado a la madre, y se limitan a referirse a los montañeses que por allí pululaban como “asnos salvajes”[6]

Pelayo tuvo un hijo, Favila, que siempre me hizo gracia porque pasó a la historia por el meritazo de que se lo comió un oso. Y por bestia, que matar osos a lanzazos era la moda y aún aún, pero a él le gustaba más a cuchillo, que con lanza es una mariconada. No sé si llegó a tener nombre de rey, pero para mí siempre será “Favila I el crujiente” o “El sabroso”.[7]
Capitel románico con la escena de Favila luchando contra el lémur. A mí me parece un lémur más que un oso, qué queréis que os diga.
Aunque fue premio Darwin honorífico tuvo descendencia, pero sea como fuere el yerno de Pelayo, Alfonso I “El católico”[8] fue su sucesor y con él la cosa ya empezará a parecerse a un reino en condiciones.
Como ya he dicho que es un pisto, continuaremos el próximo día despacito, a ver si no nos perdemos.


[1] “Mucho músculo, poco cerebro y luego lloran como todos”
[2] Por si a alguien le interesa los arrianos defendían que Cristo era el hijo de Dios, pero que no era Dios. ¿Cómo va a ser Dios si era su hijo? Si fuera Dios sería Dios, no su hijo. Parece una tontería pero por cosas menores se ha matado a gente.
[3] Seguramente les dijeron al principio solo lo del Paraíso musulmán y lo de los harenes, lo de no poder comer cerdo ni beber vino estaría en la letra pequeña. ¡Adelantándose a los contratos de los móviles en varios siglos los muy cracks! Y, por cierto, George R.R. Martin, no miro a nadie, pero aquí ya hay un usurpador y una batalla decisiva en un río...
[4] Mira que les gustaba a los antiguos deshonrar familiares, ¿eh?.
[5] Recordarme que hable del concepto de “reconquista” a la próxima, ¿vale?
[6] Y luego ni pidieron perdón a los asnos, ni nada.
[7] De aquí tiene que venir la afición de cazar plantígrados de nuestro monarca, que los Borbones siempre pagan sus deudas. Es más, me lo imagino matándoles y diciéndole al oído “Los Borbones te envían saludos”.
[8]Sí, dije "El casto" si lo has leído antes, pero me equivoqué. Para que veáis el pisto que es ésto. No pasa nada porque la misma coña la haré cuando toque con "Alfonso II" que ese sí era El Casto.