miércoles, 19 de marzo de 2014

Grandes Gónadas de la Historia. Avance.



GRANDES GÓNADAS DE LA HISTORIA
Esta entrada pretende ser solo un anticipo de una nueva categoría de etiquetas: “Grandes gónadas de la historia”, dedicada a señores (y señoritas, que gónadas tenemos todos) que en un momento dado ponen sus aparatos reproductores encima de la mesa, tiran para delante y dejan huella imborrable en la historia. Alguno dirá que hablaremos solo de soldados, generales y guerreros y muy poco de hombres de paz y que la guerra es muy fea y tal. Razón no les faltará, personalidades importantísimas que no se dedicaron a darse de palos también ha habido y se hablará de algunos, claro, pero lamentablemente esta etiqueta no es para ellos. Que se entienda como una elección más llamativa y peliculera que reivindicativa de una manera de arreglar las diferencias que sirva actualmente.  Hoy día el diálogo y otras presiones hacen mucho más logros, en la historia pasada las cosas no eran tan fáciles y no se pueden contemplar las acciones pasadas con los ojos del presente.

Así que en próximas entradas de esta categoría habrá semblanzas, macarradas (muchas macarradas, sobre todo) y genialidades oportunas de esas de quitarse el sombrero y dar abrazos de machote, de gente grande a la que dedicaremos tiempo como:

Blas de Lezo. Más conocido como “Mediohombre” antes que Tyrion Lannister, ya que había perdido en diferebtes combate una pierna, un brazo y un ojo. Pasa casi toda su vida en la flota española donde destaca en decenas de batallas decisivas, en un S.XVII que ya empieza a marcar el declive de la marina española. Al final de su carrera es destinado a Cartagena de Indias, donde un gracioso incidente con una oreja hace que Inglaterra aproveche el pretexto para echar a los españoles de una vez por todas de América del Sur. Blas de Lezo, con escasos hombres y SEIS barcos (no es una exageración, son seis contados) detiene a la impresionante armada inglesa comandada por el almirante Vernon que tampoco era un cualquiera, ¿eh? La hazaña es tan, pero tan grande, que si el pobre Lezo hubiera sido americano o inglés sería el marino más famoso de todos los tiempos. El responsable último de que hoy día aún se hable español (bueno, es un decir) en América del Sur. Las cosas como son, en Cartagena de Indias (Colombia) tiene una estatua y en España no le conoce ni el gato.
Blas de Lezo y Olavarrieta, "Mediohombre". Grandisérrimo como él solo.

Escipión el africano. Hijo de un cónsul y general de Roma y uno de los mayores generales de la antigüedad. Anibal, general de Cartago (seguramente el segundo mejor estratega de su época y merecedor de otra entrada de grandes gónadas de la historia, es innegociable) tras jurar odio eterno a los romanos, aliarse con enemigos de Roma (como Filipo V de Macedonia) y darles la del pulpo en Cannas, decide dejarse de tontadas y atacar directamente Roma cruzando los Alpes con un ejército de asustar al más pintado, con elefantes y todo. El senado romano se caga vivo y el gran Publio Cornelio Escipión decide que en lugar de esperar a que vengan los cartagineses, mejor es a) cortarles los suministros en Hispania para que el ejército que marcha a Roma tenga que vivir de los rayos cósmicos y b) Atacar Cartago cuánto más rápido mejor y que así Aníbal tenga que retirarse de su marcha para defenderse. El "juego de la gallina" elevado al infinito. Requiere unas gónadas grandes como Estrellas de la Muerte llevarte las legiones fuera de Roma cuando la están atacando, pero las tenía y así logra derrotar al ejército cartaginés en Zama, al ladito de Cartago. Ahí ganó su epíteto de “El africano”. La historia europea posterior le debe el dominio de Roma por el Mediterráneo y la expansión de su cultura. Es decir casi, casi el mundo en el que vivimos hoy.
Dos bustos diferentes de Escipión. Uno de los generales y estrategas más dotados de la historia.

Álvaro de Bazán: Otro de los grandes marinos españoles del S.XVI, Lope de Vega le dedicó unos versos que ponen la carne de gallina “El viejo turco en Lepanto, en la tercera el francés, y en todo mar el inglés, tuvieron de verme espanto. Rey servido y patria honrada dirán mejor quién he sido por la cruz de mi apellido y con la cruz de mi espada” ¿A que dan ganas de apuntarse a los tercios e irse a conquistar Flandes? Vencedor contra los turcos por todo el Mediterráneo, triunfador en Lepanto, luchó  contra Portugal y contra Francia… y quien dijo que la Gran Armada (lo de la Armada invencible fue una coña inglesa) no debería zarpar tan pronto porque no estaba preparada. Razón por la que fue despedido ipso facto por Felipe II y todos sabemos cómo acabó luego el intento de invasión. Al menos a este pobre tiene a su nombre una calle.
"Usted verá, su majestad don Felipe, pero con estas prisas la gran arnada va a hacer el ridículo". Otro enorme, Don Álvaro de Bazán.

Manfred Von Richtofen. Cuando la Primera Guerra mundial se detiene en seco en las trincheras y los altos mandos desde sus despachos impolutos mandan a la muerte a miles de jóvenes;  las metralletas, tanques y gases venenosos acaban con la “gloria” de la lucha y el respeto al enemigo, en el cielo todavía quedaba sitio para el honor. Los ases del aire se respetaban unos a otros y se miraban a los ojos antes de disparar en un duelo de igualdad. Von Richtofen, “El Barón rojo”, un noble alemán que se apunta a la gloria del recién creado ejército del aire y que no solo era el más hábil de todos, además con un sentido del honor que se perdía ya a pasos agigantados. Pensaba que eso de atacar por la espalda, oculto en las nubes y demás no era de recibo, así que pintó a su avión de rojo y a los de toda su escuadra de colorines (en el ejército alemán se referían a ellos como “El circo de Richtofen”) para que todo el mundo les viera recortados contra el cielo y combatir como caballeros. Es más, permitía que los aviones enemigos tocados y que ya no eran un peligro pudieran retirarse. Al morir derribado, sus enemigos los británicos le entierran con honores de héroe militar (lo mismo hicieron con el almirante español Churruca, perdedor en Trafalgar, siglos antes).
Von Richtofen. Elegancia, clase y habilidad como piloto. ¡Vivan los ases del aire!

Anne Bonny y Mary Read. Mujeres piratas. Eso lo dice todo. Sanguinarias como ellas solas, pero pioneras en un mundo, como el de la piratería, ligeramente dominado por los hombres. La piratería caribeña es otro de esos temas geniales, pero muy poco conocidos.
Mujeres y piratas, ¿se puede pedir más? Si es así no quiero saberlo.

Pues eso, que en próximas entradas alternaremos los temas más al uso con estas otras de “grandes gónadas de la historia” donde empezaremos con alguno de los aquí mencionados. Este post era solo una manera de captar la atención con vistas al futuro ¿Lo hemos conseguido?

sábado, 15 de marzo de 2014

La I Guerra mundial: El atentado de Sarajevo



I Guerrra mundial (El atentado)
Si recordáis todos los antecedentes a la guerra, nos habíamos quedado en el desencadenante final, el asesinato del archiduque Francisco Fernando[1] en Sarajevo por un estudiante Bosnio.  Era heredero al Imperio Astro-Húngaro, aunque estaba el chaval algo atrás en la línea sucesoria y esperanzas de gobernar tampoco es que tuviera muchas, las cosas como son[2]. Vamos a comentar el atentado con algo de extensión poco porque atentos a las chapuzas de uno y otro lado, que son de traca. El asesino fue un tal Gavrilo Princip, miembro del partido clandestino “la joven Bosnia”, a su vez perteneciente a la sociedad secreta “La mano negra”, que sus ideas políticas serían muy respetables, pero poniendo nombres no eran nada originales. Aunque realmente vendría a ser algo así como si el gol de la final de la copa de Europa lo marcara el utillero, porque había un montón de gente metida en el ajo al tratarse de un atentado preparado con mucha antelación y al final es casi un suplente el que lo ejecuta.

Gavrilo Princip. Utillero de la Mano Negra de Sarajevo F.C.

 La primera idea para el magnicidio es que fuese con una granada. Los dos primeros terroristas situados no consiguen encontrar un ángulo de tiro bueno y dejan pasar el coche, hasta que el tercero logra lanzarla aunque falla al rebotar en la capota abierta del coche[3], hiriendo eso sí a más de veinte personas que estaban viendo el desfile. El aprendiz de asesino, tras su ignominioso fracaso, se toma una pastilla de cianuro para suicidarse y se tira al río para hacer combo[4], pero la pastilla estaba pasada y la vomita y tampoco consigue ahogarse del todo, más que nada porque en esa zona el río no pasaba de los 15 cm de profundidad. Es linchado solo un poquito y sin maldad antes de ser entregado a la policía.

Tras el susto toda la comitiva se va al ayuntamiento y el archiduque le dice al alcalde algo así como que el próximo día casi mejor si la recepción es un hotel con unas pastas. La mujer del archiduque, la condesa Sofía[5], tercia y le pide que se sosiegue y al final el comunicado oficial es que “se sienten muy contentos de que la buena gente de Bosnia se haya alegrado mucho de que el atentado haya fracasado”. Con lo cual se decide ir al hospital a visitar a los heridos, que siempre hace bonito y queda bien. Pero se resuelve ir por un camino menos conocido y que sea más tranquilo, evitando así el centro de Sarajevo que todavía debe estar movidito. Solo cometen un fallo pequeñito, infinitesimal, casi, casi imperceptible… Se les olvida decírselo al chofer[6]. Así que cuando van a meterse por el camino equivocado, avisan rápidamente al conductor, que tiene que dar un giro de improviso y allí con la pistola en la mano, suspirando por el fallo del plan, estaba Gavrilo que no se podía creer la oportunidad[7] y dispara al archiduque matándole a él y a su mujer. Evidentemente, todo el séquito trata de quitarle rápidamente la ropa para ayudarle, pero el archiduque tenía la sana costumbre de llevar siempre su traje planchado a nivel molecular, almidonado y abotonado hasta arriba, por lo que tardan bastante en poder desabrocharlo todo para pararle la hemorragia. De hecho, parece que esta vez hasta tenía partes de la ropa cosidas una vez puesta para que quedara todo más apretadito y marcial[8].

La responsable última de la muerte del archiduque. La verdad es que hecho un pincel iba el pobrecillo. Por eso yo voy siempre con unas pintas innobles, por si me disparan y me tienen que reanimar.

Así que Austria, que ya dijimos que le tenían gato a Servia, les ponen unas condiciones inasumibles a cambio que se les pase el mosqueo a y de no ir a la guerra. Les mandan cosas del tipo de sacrificar a todos sus primogénitos y cortar el árbol más alto del bosque con un arenque. Vamos, que la guerra estaba ya preparada y las peticiones son más que nada para que parezca que han intentado hacer algo de diplomacia previamente, pero sabían que no las iban a aceptar[9]. Y como encima saben que estaban detrás los alemanes apoyando pues se vienen arriba los jodíos.

Luego, en el juicio, tampoco se portan tan mal, que a los menores de 20 años (como el propio Gavrilo) no les ejecutan y a algunos de los condenados a muerte les indulta el mismo emperador austriaco. Ya dijimos que había muchos entre los planificadores.
 


Así que así van las declaraciones de guerra:
-          Austria declara la guerra a Servia, que no les han aceptado las condiciones que les habían puesto.
-          Rusia dice que a lo mejor, neutral, lo que se dice neutral no va a ser.
-          Austria bombardea Belgrado (capital de Servia)
-          Rusia comienza a movilizar las tropas, pero así, sin muchas ganas tampoco.
-          Francia y Rusia advierten a Alemania que si se mete en la guerra, ellos también.
-          Rusia se prepara para atacar a Austria y Alemania, ya con algo más de decisión.
-          Alemania declara la guerra a Rusia y a Francia
-          Alemania invade Bélgica (lo veremos con detalle en breve)
-          Gran Bretaña se mete en el pisto.
-          Italia, que había pactado con Austria, no le gusta lo que le ofrecen y se declara neutral, aunque luego se animará más adelante, pero con el otro bando.
-          Turquía se alía con Alemania, que los servios ya les habían mosqueado en las guerras balcánicas, si lo recordáis.

Momento del atentado. Si habéis visto Fringe, seguro que os parece ver a un señor calvo entre la multitud.
Parece todo complicado, que luego además se meten más países,  pero quedémonos en que los tratados firmados con anterioridad comprometen a los países y llevan a una guerra de bloques que podría haberse terminado con una guerra que afectara solo a los países que tuvieron que ver con el atentado: Servia y Austria, es decir. Por el contrario participan simultáneamente las principales potencias del mundo[10].
Alemania, que es quien ha tomado la iniciativa, tiene un plan, el Plan Schlieffen, consistente en para evitar una guerra en dos frentes, hay que ir rápido a por Francia en una guerra relámpago. Así mientras los rusos se despiertan, desayunan, pasean al perro y se movilizan, ya les ha dado tiempo de chocear a los franceses y se pueden dedicar tranquilamente a ellos. Así que con esa idea las divisiones acorazadas alemanas atraviesan las llanuras belgas camino de París. La idea de los Franceses es aguantar un rato hasta que lleguen las tropas de Inglaterra, que no deben tardar mucho, ¿cuánto se puede tardar en cruzar el Canal de la Mancha? Esto es importante, porque demuestra que en la mente de todos los contendientes estaba una guerra corta, pim-pam, pim-pam y a casa, gane el que gane. Luego, con el tiempo, las estrategias tuvieron que cambiar cuando vieron que la cosa se alargaba y la guerra rápida acabó convirtiéndose en una guerra de desgaste[11] Ya tan importante como las leches en el frente lo va a ser el abastecimiento, el trabajo en las fábricas, los bloqueos al enemigo… Sin embargo, las nuevas armas van también a cambiar completamente la concepción de la guerra hasta el momento: Aviones, zeppelines, submarinos, gases asfixiantes, ametralladoras… y soldados, muchos, muchos soldados, carne de cañón en el frente para ver quién puede seguir mandando chavales a la muerte.

Ya veremos el próximo día la guerra en el frente. Haciendo previamente un apunte y es que ya va a ser difícil hacer coñas con las trincheras, donde críos de 19 años tenían que aguantar los bombardeos, el gas mostaza, las lluvias y el barro del invierno y todo porque a los gobernantes de sus países se les había calentado la boca y porque los militares llevaban tiempo metiendo mano en la política. Si a las guerra fueran los capullos que las montan tendríamos muy poquitas, la verdad.
El caso es que según nos acercamos a nuestro momento las gracias parece que son más irrespetuosas y caen peor. No digo nada cuando lleguemos a la segunda guerra mundial o la guerra civil española. Será la primera gran prueba de fuego para el método P.E.L.M.A, ¿saldremos del paso? Lo veremos en los próximos episodios.


[1] Como curiosidad chorra y según la red, su nombre completo en alemán es: Franz Ferdinand Karl Giuermo Anikò Strezpek Belschwitz Mòric Pinche Bálint Szilveszter Gömpi Maurice Bzoch János Frajkor Ludwig van Haverbeke Josef von Habsburg-Lothringen. Paco para los colegas, vamos.
[2] Estaba un poco por delante, eso sí, del gato del palacio y del señor que venía a desatascar los retretes.
[3] Las versiones más pro-monárquicas, las que haría un periódico tipo ABC, vamos, dicen que es el archiduque quien desvía la granada en el aire, en plan John McClane. Pero no parece muy creíble.
[4] De hecho triple combo porque tampoco había esperado dos horas para hacer la digestión
[5] Que era una simple dama de compañía de la archiduquesa, que era el braguetazo bueno, pero el chico estaba enamorado y dijo que o se casaba con ella o no se casaba y al final entre el zar de Rusia, el Papa (que si no se mete en estos tinglados se aburre el hombre, como es lógico) y el emperador alemán convencen al emperador austriaco que le deje casarse con ella.
[6] A ver si ahora unos diplomáticos de realengo y de buena familia van a tener que dignarse a hablar con un cochero como la gente pobre. Vamos, anda.
[7] Había ido el pobre a tomarse un piscolabis para que se le pasara el disgusto y estaba a punto de entrar en una tienda de delicatessen a ver si con algo rico la depre bajaba. Que uno será un terrorista, pero con el morro fino.
[8] Si hubiera sido más campechano y vistiera de sport, igual no habría pasado nada.
[9] Hablando en serio, las condiciones más chungas eran que Austria envíe policías a Servia a investigar hasta que se esclarezca la cosa y que los culpables fueran juzgados en Austria. Lo que, hay que reconocerlo, niega la soberanía nacional servia.
[10] España no, que hemos dicho potencias. Sin embargo, como está metido medio mundo, la economía española va a subir un montón vendiendo materias primas.
[11] Como cuando sales un viernes con la idea de tomarte una caña tranquila y volverte pronto porque estás cansado y la fiesta termina en la comisaría con muertos y animales pequeños.

sábado, 8 de marzo de 2014

La revolución francesa (y III)



¿Qué cómo va la cosa en la nueva asamblea? Bien, gracias por preguntar ¿Y vosotros? ¿Todo bien? Pues en la asamblea resulta que son los girondinos moderados son los que tienen más representantes y aunque estamos con la coña de que si son unos sosos y eso, todavía tienen sectores mucho más a la derecha, ¿eh? Como lo son los partidarios realistas que añoran el antiguo régimen y suspiran por los beneficios perdidos de la iglesia. Por otro lado, los de izquierdas empiezan también hacerse notar en las propuestas que presentan a la asamblea.

Una de las primeras medidas que se aplican es “tomar prestados” los bienes de todos los que han emigrado con el susto en el cuerpo, que algo habrían hecho o si no no se hubieran ido, y venderlos. Porque, no sé si lo recordamos, pero toda la movida empezó por una crisis económica tamaño española y que todavía nadie se había puesto a hacer nada para superarla en serio[1]. Lo que pasa es que a estas alturas el rey va a empezar a poner pegas y los de derechas le seguirán el rollo y le jalearán las gracias.

Desde fuera de Francia se empieza a ver todo esto de constituciones, asambleas, derechos naturales y confiscación de bienes a la nobleza como algo que se tiene que acabar sin miramientos, que ya se lo han pasado bien los críos un rato y va siendo hora de que se acuesten sin cenar para que no se repita la cosa. Así que una coalición de países, Austria y Prusia en cabeza, enviará sus ejércitos contra Francia para volver a darle al pobre rey el poder absoluto que nunca debió perder. A los más radicales les suena de fábula, porque así los que estaban apoyando al rey van a quedar un poquito desprestigiados[2] y además, para la gente de a pie, ahora la lucha se confundirá con una lucha nacional. Son los franceses y su nuevo sistema social contra el mundo. Además, si ellos no iban a ir la guerra, total, qué más les daba.

Y entonces se puso chulo el duque de Brunswick, el general del ejército prusiano, que se le ocurrió amenazar con (literalmente) arrasar París si alguien tocaba un pelo al rey Luis XVI. Las bravuconadas que se suelen decir en las guerras, vamos, tampoco nada del otro mundo. Sin embargo, la chulería da lugar a que estalle una revuelta popular y al grito de “Pues no te preocupes,  no, que no le vamos a hacer ná”, derribe la monarquía y en el mismo París se cree una comuna que en lo sucesivo no es que vaya a hacer  excesivo caso a las asambleas y demás zarandajas de ese tipo. 

- "Malditos gabachos. Como le pongáis la mano encima a mi primo dejo París como un solar. Menudo soy yo". -"Señor duque, deje el vino que no le sienta bien".     
 
Mientras, el ejército de ciudadanos franceses, con su libertad recién estrenada, derrota a los prusianos en la batalla de Valmy[3] Y mira que el ejército francés empezó bastante regulero… Es lo que tiene cuando mandas a paseo a la mitad de los altos mandos porque saben leer y no huelen a estiércol (es decir, se dan aires de nobleza) y a cualquier soldado pelado que se queje de sus superiores porque les han gritado un poco fuerte se les escucha y se investiga la infamia en nombre de la igualdad y fraternidad[4]. Vamos, que la disciplina no era lo suyo precisamente. Sin embargo, en esta batalla, el ejército del pueblo gana a las entrenadas tropas invasoras, seguramente porque estas estaban confiados de las palizas que les estaban pegando un día tras otro, ya casi hasta sin ganas. Parte de la demostración de que habían ganado prácticamente de churro es que los vencedores no persiguen al ejército derrotado en desbandada para apiolarles por la espalda, que es algo que se suele hacer con frecuencia, no sea que no se repita otra vez la coña. Luego, además, las condiciones de la rendición del enemigo son también bastante poco exigentes. Seguramente ni ellos se lo creerían. Pero, oye, las cosas como son, que aguantan como señores el cañoneo enemigo y responden el fuego con propiedad. En el bando invasor, estando de invitado con las tropas, el poeta alemán Goethe[5] escribirá luego sobre todo lo que cambió ese día y de cómo comenzó una nueva era en la historia mundial, lo que encumbró finalmente la batalla en lo más alto.

La batalla es una chorradica desde el punto de vista militar y estratégico, pegarse cañonazos unos a otros a la sombra de un molino, pero históricamente muy importante, porque:
-          Demuestra que un ejército puede funcionar también con cierta efectividad sin mandos nobiliarios entrenados y sin mercenarios, solo el ejército de los ciudadanos que luchan por su libertad. Lo que se pierde en calidad bélica se gana en deseos de luchar por la patria.
-           Hace que las potencias europeas se lo piensen un poco y no eliminen de un plumazo la revolución que había empezado en el país vecino. Que si no la cosa no hubiera podido ir a más. Como ya sabéis que pasó.

Batalla de Valmy. "Oye, que hemos ganado. Pues nada, ahora a aprovechar y a comprar lotería que estamos de racha".
Pues venga, que ha llegado la fase exaltada de la revolución. Y lo ha hecho para quedarse[6]. Ya empieza la chanfaina.
El 10 de Agosto de 1792 es la fecha de la insurrección popular y significa que ya se meten en el tinglado los sans-culottes, quienes esperaban que ahora las medidas que se tomaran fueran bastante más punkis que hasta ahora habían sido pechés pechés: Sufragio universal, mejor distribución de la riqueza… Así que los sectores más macarras de la asamblea les reparten armas (que si nos acordamos, de la bastilla habían sacado unas cuantas) y, hale, a montarla por ahí. Que disfruten las criaturas, así si se desfogan y hacen ejercicio luego por la noche dormirán mejor.

Venga, que ésta seguro que os la sabéis. ¿Qué se hace ahora?..... ¡En efecto! ¡Cambiar el nombre a la asamblea! ¿Cómo lo habéis adivinado? Ahora se llamará “Asamblea nacional[7], por eso que os he dicho antes de que se vaya a unificar la lucha contra el invasor y la lucha dentro de Francia contra los enemigos de la revolución. 

Los jacobinos y montañeses apoyarán a los desarrapados y se impondrán en el gobierno que ya va a ser una casa de locos y una jaula de grillos. ¿Qué van a hacer entonces, tomar medidas contra la inflación? ¿Van a construir carreteras y hospitales? ¡Quía!, van a cargarse a todos los que les chisten que para eso mandan. Se crearán tribunales especiales, como el “comité de salud pública”, para juzgar rápidamente por traición a todo el que se ponga a tiro y el que parezca que tenga poco espíritu revolucionario. El rey Luis XVI y su esposa Maria Antonieta los primeros, que se les veía muy contentos cuando venían  los prusianos a liberarles[8]. Pero matar a tanta gente es cansado, que si se ahorcan no hay cuerdas para todos y si el verdugo se tiene que liar el pobre a cortar cabezas a hachazos acaba con unas agujetas de cuidado y también es un ciudadano con sus derechos y tal. Así que para matar en serie se tunea un aparato de lo más curioso que ya estaba inventado de antes. Me refiero a la guillotina, claro, que permiten que vayan pasando los traidores uno detrás de otro y en un pispas apilas unas cuantas cabezas y a otra cosa, que suele ser cortar más cabezas. A muerto por minuto se calcula. Lo más triste de todo es que se decide hacerlo también con la idea sincera de ahorrar sufrimiento al reo, que hasta entonces que la muerte fuera vistosa era parte del espectáculo y de la gracia de las ejecuciones públicas.[9] Y, del mismo modo, la idea es que ahora todos tengan la misma forma de ejecución, que antes a los pijos de los nobles solo podían decapitarles y con los demás se podían poner creativos. El nuevo método revolucionario lo propone un cirujano, el famoso Guillotin, y diseña el modelo 2.0 un constructor de clavicordios (como suena, sí). Es más, cuenta la leyenda urbana que el verdugo que mató a Luis XVI escribió en sus memorias que el fue el propio rey el que viendo que eso cortaba poco propuso que se inclinara la cuchilla. Igual veía venir el hombre dónde iba a acabar.
La cosa llega hasta el punto en que Robespierre, una vez está dirigiendo el guateque casi de manera dictatorial, se pondrá a cargarse gente hasta quedarse ahíto[10]. Inclusive una buena parte de los girondinos la van a palmar por moderados y flojos.

Robespierre, con sus ojos de zumbado o la marca de Innsmouth, según la fuente que consultes.

Los países Europeos volverán a atacar a Francia, que una cosa es redactar una constitución, que está feo, pero puede llegar a tener un pase, y otra es decapitar reyes y pretender irse de rositas. Ya se meten también los británicos y todo, con su flota que era la mejor del momento, a la que apoyará la marina española también, que para algo están los Borbones reinando en España y lo de que guillotinen a familiares no se lo toman bien.

Y como hay una guerra, pues nada, a reclutar gente y a dirigir la economía que los fusiles y los suministros no se pagan solos. Así que todos los jóvenes solteros de 18 a 25 se convierten inmediatamente en soldados y se le pone un precio máximo al trigo. Ambas medidas fueron tomadas por la gente, sobre todo en el campo, un poquito mal. Conclusión, insurrección en el campo contra los tarados de la ciudad que ya la están liando[11]. En la ciudad también se montará gorda en cuanto se descompensen las subidas de los salarios con los precios.

Así que a los pobres montañeses no les queda otra que cargarse a los opositores al régimen, lo que viene a incluir a los realistas, los nobles, los moderados, los insurrectos, los desertores, los que hablaban mal de la revolución, los que se salían sin despedirse de los grupos de whatsapp…Es la etapa conocida como “El terror”. Se dice, igual con algo de exageración, que en esta etapa se guillotina a unos 40.000 pavos. Y mira que a los pobres montañeses les hubiera gustado vivir en paz y armonía, pero si no se puede, no se puede.
La cosa se pone tan así que llegado un momento surge una reacción contra los exaltados, se empiezan a clausurar los centros de reunión de los sans- culottes, se detiene a los jacobinos más borricos[12] y se empiezan a plantear pisar un poco el freno que al final nos quedamos sin gente en Francia. Es que con la guillotina pasa como con las pipas, te pones, te pones y no sabes parar… Finalmente Robespierre es detenido y guillotinado para que no guillotine más, que sepa que está muy mal guillotinar a la gente a tontas y a locas. A esto se le llama el “golpe de estado termidoriano” o “reacción termidoriana”. Termidor es el segundo mes de verano en el nuevo calendario de la revolución[13]. Imaginaros lo bien que tenía que oler París con 40.000 cabezas cortadas rodando por ahí y las cárceles llenas de gente. Seguro que eso fue lo principal para acabar con el terror, que igual los otros países no nos invaden, pero nos acaba comiendo la mierda.

En plena fase del terror. Regalando cabezas a los asistentes como si fueran perritos pilotos.

El caso es que tras el desfase se vuelve a las posturas moderadas de los girondinos, se hace una nueva constitución en 1795, moderadilla ella (que no lo habíamos comentado, pero en 1793 la asamblea nacional había hecho otra mucho más progresista). Para que no vuelva un Robespierre se decide que el poder lo tenga un directorio de cinco miembros que se contrapesen, lo que finalmente llevará a que Francia sea dirigida por la clase burguesa adinerada. Ahora lo importante va a ser la estabilidad, ya lo de la libertad, igualdad y fraternidad algo menos.

Tras todos estos años convulsos, parece que al final hemos ganado poco, pero no es así, en Europa se asienta una nueva forma de gobierno, con constituciones que limitan el poder de los reyes, división de poderes, partidos políticos y el fin de los privilegios por nacimiento. Que la parte más radical se extingue de raíz, sí, pero que estos años cambiaron el panorama europeo completamente y la historia consiguiente.
Luego llegará Napoleón y la liará parda, pero ya se verá en otra ocasión.


[1] De nuevo a lo española, mira.
[2] “¡Mirad, esos son los que apoyan a los invasores, señaladles con el dedo y hacedles un escrache!”
[3] Y, de nuevo, vuestra juventud hace que si ahora digo la batalla de “Valmy Vartokomus”, me quede solo con la gracia mientras pasa rodando delante de mí un matojo de esos de las pelis del oeste.  Eso, sí, a veces es divertido vivir en mi cabeza.
[4] Estamos exagerando mucho, pero la exageración es parte de la gracia del método P.E.L.M.A. ¡Nos apoyan dos mil millones de visitas al día!
[5] Debía estar en el programa “prusianos por el mundo” y podría haberse quedado ensalzando batallas en lugar de escribir “Fausto”, que menudo peñazo de libro y que me perdone si me lee un profe de literatura.
[6] Bueno, solo un poco, pero es que la frase es chula.
[7] No os preocupéis si os perdéis con los cambios de nombre, a mí también me pasa. No os estáis haciendo viejos.
[8] Cuenta la leyenda que antes de morir dijo: “Franceses, muero inocente. Perdono a los autores de mi muerte. Ruego a Dios que mi sangre no recaiga sobre Francia”. Muy folclórico y poco creíble, seguramente se ciscaría en los ancestros de alguien. Mola más lo que supuestamente dijo Maria Antonieta, que estaba subiendo a la guillotina, así como sin ganas, el verdugo hizo como que miraba la hora y ella le contestó un lacónico: “Pardon, monsieur!”Los modales que no se pierdan, que te vayan a guillotinar no es motivo para perder las formas.
[9] Y aquí en este blog nos lo tomamos a la ligera, pero, según wikipedia,  en Alemania sigue la guillotina en vigor hasta 1949 en la parte federal y hasta 1969 en la democrática. En Francia hasta 1977.  Novecientos, sí, no ochocientos.
[10] Me encanta la palabra “Ahíto”. Me recuerda a La venganza de Don Mendo: “Paren ya la tambor, que están mis nobles cansados  de redobles y yo ahíto de tanto parchear y tanto pito”.
[11] También influyen, eso es así, los discursos de los curas de pueblo, que ponían verde a la revolución y sus cosas de modernitos y calentaban a los campsinos.
[12] Valga la redundancia. Por cierto que ya en este momento Jacobinos y Montañeses son casi lo mismo, por eso según donde lo leas te vas a encontrar la mención a unos u a otros.
[13] Si ha cambiado todo, no vamos a seguir usando el mismo calendario que antes, no fastidies. Defenderlo es ser poco revolucionario y tener varias papeletas para la guillotina.

jueves, 6 de marzo de 2014

La revolución francesa (II)



Habíamos dejado a los franceses muy atareados a ver si redactaban una constitución. No parece tarea fácil de por sí, pero es que además como si todos piensan lo mismo la cosa no tiene gracia, ya van a empezar de buena mañana con las divisiones internas y con las llevacontrarias. No podían todos pensar igual, no. ¿Qué grupos políticos tenemos entonces?:

-          Los Girondinos. Son el sector moderado, casi hasta el punto de que para eso pues no hacemos revolución y tampoco hubiera pasado nada[1]. Representan a la burguesía con (bastante) dinero y son monárquicos, con una constitución de por medio eso sí, y defensores de la propiedad privada ante todo. A ver si van a venir ahora los pordioseros a quitarnos las cosas con la tontería de que hay una revolución. Se llamaban así porque venían de la región de la Gironda. Que vendría a ser como si cuando en España se redacta la constitución de 1812 a los miembros de un grupo se le hubieran llamado los murcianos. Muy serio todo.

-          Los Jacobinos. Estos se reunían en el convento de los jacobinos y de ahí su nombre. Del mismo modo que antes, si se hubieran reunido en su lugar en una marisquería hubieran sido los marisqueros. Estos son bastante menos partidarios de constituciones, reuniones, asambleas y demás perroflautadas y más de salir a la calle a montar gresca. Que haya propiedad privada, sí, vale, un poco, pero sin pasarse. Es decir todo lo que no sea que alguien tenga más que yo. Y si todo el cotarro se dirige con mano de hierro desde París para que luego la revolución no se ablande, mejor. De este grupo saldrá Robespierre que tendrá su momento de gloria cuando la revolución se nos vaya de las manos.

-          Los Montañeses. Como eran los más voceras y los más folclóricos, se les colocaba arriba del todo en las gradas porque a todos les entraba un poco de vergüenza cada vez que hablaban de lo mucho que exageraban. De ahí su nombre, los que vivían en la “montaña”[2]. No eran conscientes que desde arriba se escupe y se lanzan cosas mucho mejor que desde abajo, pero ellos sabrían. Eran la baja burguesía y gente con poco poder económico.

-          Los más bestias de todos eran los demócratas, también llamados cordeleros. Que hoy se nos llena a todos la boca con la palabra y en su momento era casi un insulto. Bueno, sin el casi. ¿Votar todos? Pero… ¿todos, todos? ¿Campesinos y charcuteros también? Estos pensaban que sí[3] y que si no había rey tampoco iba a llorar nadie, pero eran cuatro gatos en estas reuniones. Marat[4] fue uno de los más destacados.

"¡A ver los de arriba si nos callamos y se puede oír algo!"

-          Paralelamente a estos rondaba la masa de gente que no tenía donde caerse muerta, la gente más miserable de las ciudades de los que algunos no sabía leer, ni escribir[5]. Los desarrapados o sans-culottes (significa sin calzones, sí, pero no os vayáis por lo erótico que no tiene nada de eso la cosa) Estos son los que cuando hay que ponerse a cortar cabezas o a quemar sitios van a ir  los primeros no sea que les quiten el sitio[6].

La moda Sans-Cullote arrasando en los arrabales de París. Espadas no incluídas.
Bueno,  sigamos que la asamblea estaba liada con la constitución y ésta no va a escribirse sola. Si recordáis las fechas y el ritmo que llevaban las cosas, ahora saltamos ya al 4 de Agosto[7] el día que se decreta la abolición de los diezmos (es decir, el pagar una parte de tus ganancias a la iglesia) y los derechos feudales (los nobles tienen una serie de derechos propios porque eran nobles y dios lo quería así, recuerden). Y el 26 de Agosto[8] se proclama, por primera vez en Europa, la declaración de derechos del hombre y el ciudadano (que por lo visto no debía ser lo mismo). Decimos hombres, de mujeres y esclavos nada. Hasta 1791 no se redactará una declaración de derechos de la mujer y la ciudadana (lo redacta una de las primeras feministas, Olympe de Gauges[9]), que acogen todos los de la asamblea con muy buenas caras y con sonrisas, pero que luego no oficializan los muy perros.

Los derechos naturales del hombre, y como naturales que son, resultan aplicables en cualquier lugar o época, ya sea Rivendel o Tatooine, son los siguientes:

  • la libertad
  • la propiedad
  • la seguridad
  • la resistencia a la opresión
  • la igualdad
Y ya con esto en mente y como punto de partida, nos podemos poner con la constitución que si no luego se olvida lo fundamental. 

La reina Cersei da la razón a Olympe de Gauges.

Y ya, por fin, en 1791[10] redactan una constitución preciosa y pinturera, que fue imitada por todas las posteriores primeras constituciones europeas.  ¿Qué viene a decir esta constitución? Pues sobre todo:
-          División de poderes. Al rey le ata en corto una asamblea, elegida por los ciudadanos. Pero no todos, ¿eh?, solo unos pocos. Luego vemos cuántos. Por otro lado a los jueces los paga el estado. Nada de que los ponga el rey o de que los nobles hagan lo que quieran en sus dominios.
-          La administración se descentraliza, se pasa de los jacobinos que pretendían dirigirlo todo desde París y se llevan el gato al agua los murcianos, digo los girondinos, y Francia se dividirá así en un montón de departamentos. Modelo administrativo luego copiado por todo el mundo. El sistema de provincias español, sin ir más lejos.
-          Se considera que ahora los curas son funcionarios y como tales tienen que jurar lealtad a la constitución[11].
-          Los ciudadanos activos, los que puedan votar y eso, serán los hombres (lo sentimos, chicas, haber nacido con un cromosoma Y)[12], mayores de 21 años (lo lamentamos, gente más joven, pero cuando seáis padres comeréis huevos) y los que puedan pagar una renta determinada (Mira que me sabe mal pobres, pero… Bueno, en realidad no lo sentimos. ¡A morirse de hambre a otro sitio!) Quedará fuera del sistema político una jartá de gente, el llamado “cuarto estado” que en breve se tomará estas cosas un poco mal y la liará, que yo no he hecho una revolución para estas medias tintas y para que en lugar de chulearme un noble me chulee un burgués.

No, no se están cargando un libro. Es una sutil metáfora sobre la redacción de la constitución de 1791.
De política sabrían algo, eso no se lo vamos a discutir, pero de economía… Tuvieron una idea buena, confiscar y vender los bienes del clero[13]. Pero a esa se le sumó una ideaca digna de Ralph Wiggum o del Rey Hielo (con la corona puesta): Hacer una moneda propia de la revolución, un papel moneda al que llamaron “asignado”. La inflación que provocó solo fue superada por las revueltas sociales a las que dio lugar. Realmente eran como una especie de bonos del tesoro, emitidos con el deseo de que si había muchos en circulación acabarían funcionando como moneda legal,  pero en realidad, y no es coña, al final funcionaron como el dinero de Rascapiquilandia[14]

"No se admite el asignado".

Bueno, ya hay constitución, y sabéis que toca, ¿no? En efecto, otro cambio de nombre. Ahora la asamblea pasa a llamarse legislativa (porque va a hacer leyes, es decir legislar)[15] Y se va a empezar a calentar la cosa… ¿Lo dejamos aquí ahora que está interesante la historia? Y así probamos a ver qué tal salen las entradas algo más cortas y si se leen mejor y se prefieren a las más largas.


[1] Exagero mucho, que el paso respecto a lo anterior fue enorme, pero es para contraponerlo con los otros que eran más radicales.
[2] De hecho los términos “izquierda” y “derecha” empiezan a emplearse con tintes políticos en este momento, según donde se sentaban los señores en la asamblea. En una dimensión alternativa en la que se hubieran sentado al revés hoy día estarían cambiados los conceptos.
[3] Eso sí, lo de que votaran las mujeres no lo defendían ni los más radicales. Otra cosa que hoy damos como lo más normal del mundo y que costó horrores conseguirlo.
[4] Si no fuerais tan jóvenes haría la coña con “Marat Thermolactyl” para que os acordarais mejor del nombre del señor. Ahora que lo pienso, creo que habría que tener casi la edad del mismo Marat para acordarse de la referencia.
[5] Razón por la cual lo de conocer las ideas filosóficas del momento y lo de redactar constituciones les venía tan grande como a Belén Esteban discutir sobre la teoría de cuerdas.
[6] ¿Veis como no era erótico?
[7] El mismo día que Skynet entra en línea con la red global en la saga de Terminator. ¿Y por qué lo de Terminator no se me olvida y lo de la revolución francesa sí? Misterios de la mente humana…
[8] Si hubiera sido el 29 habríamos hecho pleno friki porque es el día en que Skynet toma conciencia propia. Hubiera sido tan bonito…
[9] Y eso que no decía que hombres y mujeres eran iguales, para ella eran diferentes.  Las mujeres mejores, por supuesto. Cada vez que veo a Lena Heady interpretar a Cersei en la serie “Juego de Tronos” no puedo estar más de acuerdo con ella.
[10] Para unas prisas, vamos. Y mejor así, que luego con agobios estas cosas salen hace mal. Y si me preguntáis ahora cuánto tardó en redactarse la española de 1978 después de haber hecho esta coña tengo que deciros que casi mejor lo busquéis vosotros en Internet que yo no me atrevo a ponerlo.
[11] Molaría hacer la prueba hoy día para ver cuántos estallaban en llamas al mero contacto de la constitución. Que no… que serían muy pocos, que luego me cierran el blog y vienen los inspectores…
[12] En ese momento no sabían que era eso, pero es que escrito así queda más fino.
[13] Buena como medida recaudatoria, digo. Que ya con lo de la constitución de antes me la he empezado a buscar y no quiero seguir por ahí.
[14]  Ya sabéis como funcionan los bonos del tesoro, ¿verdad?, el estado necesita cuartos y te vende partes de la deuda con la promesa de que tendrá beneficios en breve y podrás recuperarlo con intereses (el timo de la estampita, pero en legal, vamos). En ese momento te los daba el nuevo estado francés si te debía algo con la promesa de que te lo devolverían cuando confiscaran bienes de los nobles malos y luego ellos ya lo destruían para que no se usaran más. Como dije arriba pasó como con el dinero de Rascapiquilandia, que luego no se aceptaba en el país de emisión.
[15] Dejo a vuestra imaginación como se llamaría el parlamento español, si fuera una asamblea, cuando redactan las leyes que hacen solo para fastidiarnos.